No sé hasta dónde irán los pacificadores
con su ruido metálico de paz,
pero hay ciertos corredores de seguros
que ya venden pólizas contra la pacificación.
También hay quienes reclaman la pena de muerte
para los que no quieren ser pacificados.
Cuando los pacificadores apuntan, por supuesto, tiran a pacificar.
Y a veces hasta pacifican dos pájaros de un tiro.
Está claro que también hay necios
que se niegan a ser pacificados por la espalda...
O hay estúpidos que resisten
a la pacificación a fuego lento.
En realidad somos un pueblo tan peculiar
que quien pacifique a los pacificadores buen pacificador será.
MARIO BENDETTI
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